Crónica bicicletista de Villazón, Bolivia.







La primera impresión es que La Quiaca pertenece a Bolivia o Villazón pertenece a la Argentina, o, en todo caso, que tanto Villazón como La Quiaca se encuentran hermanadas por la misma madre costumbre. Entre ambas localidades se encuentra la delgada línea de la frontera, cada gendarme de cada país esperando para el papeleo, al costado, un puente sin vergüenza ni escondite en donde ambas partes pasan como si fuese el mismo barrio, es que, al entender empírico, no hay etnia diferente.
La Quiaca es el último orejón de Argentina, con una población de 13.761 habitantes,
Villazón, pegadita a la línea fronteriza, cuanta con 31.737.
El tránsito de residentes que pasan de un país a otro como quien va al almacén a comprar pan, es constante y abundante.
El transporte público en Villazón consiste en micros de mediana y larga distancia, algunitos taxis, automóviles y motos privadas. El transito de transporte en sí es muy tranquilo.
Pueden verse bicicletistas circulando por doquier, la mayoría usadas por el sexo masculino, los mayores en bicicletas de paseo inglesas y los jóvenes con bicicletas de flat o B.M.X. Las bicis inglesas son casi todas modelos originales, poseen “guarda-guardabarros”, quiero decir, cuando termina el guardabarros tienen como una solapa de goma o cuero con la marca de la bicicleta, algún diseño mayormente con figura de animales y una terminación con flecos. No usan candado, dejan las bicicletas aparcadas en el cordón de la vereda. Las mujeres que usan la bici llevan a sus hijos o mercaderías.
Las calles asfaltadas son pocas y los desniveles por sierras y montañas son abundantes, aun así son pocas las bicicletas de montaña o con cambios que puedan verse, en el centro de la ciudad, que son aproximadamente diez manzanas, hay tres bicicleterías, aunque al contrario de Buenos Aires no hay reparación de bicicletas, es como un mercado de partes, lo que llega a concluir que las personas que usan bicicleta saben arreglarlas por si mismos.
La editorial, fasinada con el censeo asegura: Villazón, absolutamente es bicicletista.